En la implementación del Subproyecto: “Comunidades Indígenas Kaqchikeles empoderadas económicamente” se trabaja en el establecimiento de parcelas agroecológicas en San Martin Jilotepeque, Chimaltenango, Guatemala.
El subproyecto tiene como objetivo mejorar las condiciones productivas de los pequeños productores y apoyar la transición de agricultura convencional a la producción orgánica. Para lograr este objetivo se realizó la entrega de plántulas de tomate, chile, ejote y fertilizantes orgánicos.
Además, se entregaron sistemas de riego por goteo, equipos y herramientas de trabajo agrícola, para facilitar el manejo adecuado de los cultivos.
Los productores han contado con asistencia técnica, que les ha orientado a trabajar en la implementación de buenas prácticas agrícolas con nuevos métodos para combatir plagas y enfermedades y capacitación en producción orgánica.
En la implementación del subproyecto, los productores han tomado conciencia de la importancia de los alimentos producidos orgánicamente (más limpios y saludables), prácticas de manejo de residuos y uso de las áreas de producción de manera más eficiente, así como el uso adecuado y cuidado de los recursos naturales.
Cabe resaltar que la Asociación Tikonel, ejecutora de este subproyecto realiza el acopio y la distribución de productos alimenticios a escuelas públicas de educación primaria; en el marco de la Ley de Alimentación Escolar, en coordinación con el Ministerio de Agricultura y Ministerio de Educación.
Por tal motivo, además, de las familias que se han visto beneficiadas con el subproyecto, se han generado nuevas plazas de trabajo, para realizar el proceso de acopio, empacado y distribución de alimentos.
Al finalizar las actividades del subproyecto, se espera que los agricultores obtengan las capacidades técnicas en el manejo agrícola, junto con la instalación de tecnologías agrícolas como son: invernaderos, sistemas de riego, herramientas para la producción, entre otros.
“Como agricultor llevaba varios años cultivando, pero mi conocimiento no iba más allá de usar venenos como es comúnmente llamado, sin tener conocimiento alguno de los problemas que hay detrás de esto, además de hacer uso desmedido de los plaguicidas si veían mucha enfermedad en algunos casos aplicaba el doble de las dosis, no conocía otros recursos para producir. A través del proyecto se me fueron dando otras opciones orgánicas para mejorar mis cultivos”. Comento Don Eduardo, uno de los agricultores beneficiado.
Este subproyecto es implementado mediante el Programa de Agrobiodiversidad Indígena y Campesina en Centroamérica (PAICC), financiado por el Ministerio de Cooperación Alemana, a través del Banco KFW, bajo la coordinación regional de ACICAFOC.