Langosta, una Amenaza para la Seguridad Alimentaria del Territorio Garífuna en Iriona, Colón, Honduras

El territorio Garífuna se encuentra ubicado en el municipio de Iriona, Colón, Honduras, sus principales actividades económicas giran alrededor de la agricultura representando un 52 % (la siembra de musáceas, tubérculos entre otros cultivos), 35% de la pesca, 6% de las artesanías y 7% de comercio y otras actividades.  La agricultura etno-garifuna se basa fundamentalmente en la agricultura de subsistencia, la producción está orientada a la alimentación familiar; con una marcada división social del trabajo.

Sin embargo, entre algunas de las incertidumbres que atraviesan los agricultores actualmente es la presencia de la langosta en las parcelas productivas de las familias Garífunas. Mediante una visita rápida de campo se encontraron langosta en las comunidades de la Costa de Iriona, con mayor efecto de devastación en Cusuna, Punta piedra y Ciriboya. Lo anterior ha provoca en los agricultores de la región una gran preocupación, porque su único medio de sobrevivencia se origina de la tierra, especialmente en el cultivo de tubérculos, plátanos, cocos y otros.

Un monitoreo de campo en varias parcelas en el municipio, ha demostrado la presencia de la plaga de langostas en yucales, pastizales, maizales, entre otros cultivos. Con mayor efecto en las parcelas de monocultivo. Sin excepción; entre parcelas ubicadas en valles, cercanos al mar y las parcelas en sierras o cuesta arriba. Según algunas declaraciones de productores, no es la primera vez que la langosta afecta las parcelas en la zona, pero en antiguos brotes solo eran atacadas las parcelas establecidas en las montañas y no en los trabajaderos que están cerca de la playa. En esta ocasión la devastación es uniforme, por lo que ese cambio de hábitos en esta plaga genera inquietud entre los pobladores de la región.

Ya existe pérdidas totales de cultivos, con mayor devastación en la yuca y los pastizales, la peligrosidad de la langosta en el territorio Garífuna radica en su forma de desplazamiento, rápidamente conquistan nuevas parcelas, arrasando con todo a su paso. Además, las condiciones ambientales en el municipio son propicias para su desarrollo, por lo que pueden permanecer durante meses y recorrer grandes distancias.

Los agricultores de las zonas más afectadas nos indican que aumenta la preocupación por la ubicación geográfica del territorio en el país, por la lejanía a la ciudad, el Estado tiene en abandono la región por lo que descartan la posibilidad de ser parte de cualquier plan de contingencia Nacional. “Sabemos que los Garífunas estamos muy lejos de ser beneficiarios de apoyo financiero y otros esfuerzos de prevención y control de langosta comandado por el Gobierno. Nos queda poner en práctica y aumentar los saberes en cuanto a la elaboración de foliares/insecticidas entre otras acciones comunitarias para salvaguardar los cultivos en los territorios Garífunas”, nos comentó Sandra Suazo, socia de Binadu Uwenedu.

ACICAFOC, apoyando a las comunidades rurales y su sensibilidad por el buen vivir de los campesinos, indígenas, afrodescendientes, productores y agricultores; está identificando sus organizaciones beneficiarias afectadas por la devastación agrícola causada por la langosta. Desde los subproyectos se adoptan algunas medidas de protección y de control, los productores están atentos a sus cultivos, el uso de algunos insecticidas orgánicos, la variación del calendario agrícola, control de brotes iniciales entró otras acciones, con el objetivo de disminuir su reproducción, evitar la dispersión, lograr una merma del nivel poblacional y así asegurar la seguridad alimentaria de las familias Garífunas.