Comunidades cabécares reciben semillas criollas y apoyo técnico para fortalecer su producción agrícola

Reserva Indígena Cabécar de Talamanca, Costa Rica — En el marco del programa Enlazando el Paisaje Centroamericano Costa Rica – Panamá, la Asociación de Desarrollo Integral de la Reserva Indígena Cabécar de Talamanca (ADITICA) ha dado un paso significativo hacia el fortalecimiento de la seguridad alimentaria de las comunidades indígenas, mediante la entrega de semillas criollas de frijol negro y rojo a familias beneficiarias.

Cada participante recibió 2.5 kg de frijol negro y 3 kg de frijol rojo, variedades tradicionales reconocidas por su resiliencia ante el cambio climático y su capacidad de mantener una producción estable. Esta acción forma parte del subproyecto “Revitalizando Prácticas Ancestrales de Convivencia con Nuestra Tierra”, cuyo objetivo es recuperar saberes agrícolas ancestrales y promover el autoconsumo como base de la soberanía alimentaria cabécar.

La siembra se realizará mediante el método tradicional conocido como “Frijol Tapado”, una técnica que evita el uso del fuego y aprovecha el material orgánico del suelo como fuente de nutrientes naturales. Esta práctica refleja el profundo conocimiento ecológico y cultural del pueblo cabécar, y contribuye a la conservación de su territorio.

Como complemento técnico, se han elaborado planes de fertilización orgánica que incorporan el uso de un biofertilizante previamente entregado. Este insumo será aplicado durante el proceso de cultivo para mejorar los rendimientos de manera sostenible, sin comprometer la salud del suelo ni la biodiversidad local.

ADITICA reafirma que la seguridad alimentaria es un pilar esencial para la sostenibilidad del territorio cabécar, y que la recuperación de semillas criollas fortalece no solo la producción agrícola, sino también la identidad cultural y la autonomía comunitaria.

Este esfuerzo cuenta con el respaldo de la Asociación Coordinadora Indígena y Campesina de Agroforestería Comunitaria de Centroamérica (ACICAFOC), la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y el apoyo financiero de la Cooperación Alemana a través del banco de desarrollo KfW, quienes acompañan este proceso de revitalización agroecológica y cultural.